El ex presidente sostuvo que la decisión del máximo tribunal de suspender elecciones “pone un límite al abuso de poder” en provincias feudales. En un guiño a Morales, excluyó a Jujuy de esa categoría. “No toleran que un poder del Estado les ponga límites”, dijo sobre el Frente de Todos
Con críticas a la reacción del Gobierno y celebrando la postura del máximo tribunal, Mauricio Macri se expresó por primera vez sobre el fallo de la Corte Suprema que suspendió las elecciones en San Juan y Tucumán.
“Esta decisión le pone un límite al abuso de poder en provincias cuyo sistema de gobierno ha sido calificado con la metáfora de “feudales”, por el poder casi absoluto que acumulan los gobernadores”, comenzó el ex presidente, quien, en un guiño a Gerardo Morales, aclaró que Jujuy no entraba, a su parecer, en esa categoría.
“Entre esas provincias por supuesto que no incluyo a Jujuy, donde existe la alternancia política y su gobernador, como vimos en las elecciones del otro día, no intentó eternizarse en el poder”, dijo al respecto. Esta aclaración llega luego de que el propio Macri dijera antes de entrar a la reunión del PRO del último lunes que los resultados en las elecciones del domingo 7 de mayo no eran representativos por haberse desarrollado en provincias consideradas feudos. Jujuy estaba entre ellas. Esta vez, el ex presidente se preocupó de no involucrar al gobierno de uno de los integrantes de Juntos por el Cambio en sus conceptos.
Luego, el ex mandatario fue muy duro con Alberto Fernández en particular y el Frente de Todos en general por la reacción ante el fallo: “Como siempre, una de las cuestiones más deprimentes de estos episodios es la reacción del gobierno y, en especial, del presidente Fernández. No toleran que un poder del Estado les ponga límites, aunque su trabajo constitucional sea precisamente ése. No sólo critican el fallo: critican la misma legitimidad de la Corte para decidir. Esa conducta, del presidente y la coalición de gobierno, es antidemocrática”, alertó.Juan Manzur (izquierda) buscaba ser nuevamente vicegobernador de Tucumán, en tanto que Sergio Uñac (derecha) intentaba una nueva reelección como gobernador de San Juan. La Corte puso en suspenso los comicios
La respuesta del ex presidente llegó pasadas las 18 del miércoles 10 de mayo, un día después del fallo que conmovió el escenario político argentino. No sólo por el hecho puntual de la suspensión de las elecciones en las dos provincias citadas, que se encontraban listas para realizar los comicios tan sólo cinco días después, si no por la airada respuesta de prácticamente todo el gobierno, desde el presidente Alberto Fernández en adelante.
Aunque la vicepresidenta, Cristina Kirchner, no se refirió directamente al tema, el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, dirigente de su entorno, sí dejó en claro la posición del espacio, atacando igualmente a la Corte, a la que tildó de irresponsable por su actuación en los casos Tucumán y San Juan.
El arco opositor, por su parte, había celebrado el fallo, acusando a los gobernadores peronistas de montar “feudos provinciales”. La precandidata a presidenta del PRO, Patricia Bullrich, utilizó la expresión “les frenamos la re reelección” en alusión a los planes de Juan Manzur y Sergio Uñac. En esa dirección irrumpió Mauricio Macri.
Además, el ex presidente volvió a remarcar la importancia institucional de respetar el rol de la Corte, recurriendo a una metáfora futbolera. “Es el árbitro de nuestra vida en común. Es la que aplica las reglas del partido que jugamos todos los días. Podemos estar en desacuerdo con sus fallos, como podemos dudar de si una mano fue penal o no. Pero no podemos cuestionar la legitimidad del árbitro o parar el partido para pedir que pongan a otro. Sin la autoridad del árbitro nos quedamos sin reglas en el fútbol, no se puede jugar. Sin la independencia y la legitimidad de la Corte Suprema, nos quedamos sin reglas en la política y en nuestra convivencia, y tampoco se puede jugar”, graficó.
Tras el fallo adverso, tanto Manzur como Uñac manifestaron su desacuerdo pero adelantaron que acatarán lo dispuesto por el máximo tribunal de justicia del país. La suspensión cautelar supone un paréntesis hasta que se decida la cuestión de fondo, que versa sobre la legalidad o no de las intenciones de los dirigentes de volver a participar de las fórmulas que competirán para gobernar sus respectivas provincias.