El Presidente decidió correrse de la campaña y no irá al acto de cierre de Unión por la Patria. Los planes que diseña para cuando deje la Casa Rosada.
Alberto Fernández está cada vez más afuera de la campaña electoral y ajeno a los embates de Sergio Massa contra Javier Milei al punto que ni siquiera se sumará al acto de cierre de Unión por la Patria en la puja por el balotaje y ya piensa en programar su vida después de dejar la Casa Rosada.
El Presidente ya casi no tiene agenda oficial visible. Sus días transcurren entre la residencia de Olivos y la Casa Rosada. No hay siquiera comunicados de actividades de Alberto Fernández a la vista y la portavoz oficial Gabriela Cerruti ya no emite señal alguna de los actos de gobierno. Mucho menos ofrece las conferencias de prensa semanales.
Allegados al jefe de Estado comentaron a El Cronista que “hay una decisión de Alberto Fernández de mantenerse alejado de la campaña de Massa que se cumplirá a rajatabla”. Esto es: la pelea electoral la da el mismo Massa sin interferencia alguna del Presidente.
Medidas y diálogo con Massa
Las medidas de gobierno son consultadas por el ministro de Economía y candidato con Alberto Fernández. Pero se trata de mensajes formales, concretos y simples para ratificar una definición del poder. No más que eso. Ambos dialogan casi a diario pero no hay ni habrá intervención alguna del Presidente en la campaña.
Alberto Fernández cuenta los días que le quedan hasta el 10 de diciembre. Ya no tiene muchos viajes oficiales en puerta. En los primeros días de diciembre tendrá la cumbre de presidentes del Mercosur en Brasil. La última gira importante fue a China donde cerró la ampliación de u$s 6000 millones en swaps. Ello lo consideró como “su aporte” a la campaña de Massa para asegurar reservas en el Banco Central.
El Presidente ya no habla con Cristina Kirchner. El diálogo entre ambos está roto desde hace tiempo. Pero eso no afecta en nada al jefe de Estado.
El ausentismo de Alberto Fernández en el raid electoral de Massa se verá en su mayor esplendor en el final de la campaña. El Presidente ya decidió que no concurrirá al acto de cierre de Unión por la Patria. No está confirmado el lugar pero la idea de no estar ese día ya es una decisión que tomó Alberto Fernández para no entorpecer la campaña de Massa.
En la intimidad de la quinta de Olivos el Presidente se muestra conforme con la marcha de la campaña y cree que Massa tiene las de ganar ante las peleas que expusieron públicamente los dirigentes de Juntos por el Cambio y las “muestras de desesperación de Milei”, como dijeron sus allegados.
Entre sus hombres de confianza se cuentan al canciller Santiago Cafiero, al secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello; el secretario de Culto, Guillermo Oliveri; la secretaria Legal y Técnica, Vilma Ibarra y Cerruti. No muchos más.
Para Alberto Fernández el candidato de Unión por la Patria mostró que tiene un plan de gobierno, sigue una línea discursiva, expone alineamiento partidario y todo esto contrasta con el desorden que hay en la oposición.
Planes para el retiro
En paralelo al frenesí de la campaña de Massa el Presidente ya empieza a pensar su futuro inmediato. “Está concentrado en sus planes de expresidente”, señaló un ministro de trato diario con Alberto Fernández.
Desde esta óptica el jefe de Estado piensa en dedicarse a la actividad académica cuando deje la Casa Rosada.
No piensa, al menos por ahora, en un cargo en un eventual gobierno de Massa si este llega a ganar en el balotaje. Tampoco se imagina en un espacio de poder en algún foro u organismo internacional. Nada de esto. “Alberto sólo piensa en ser expresidente”, se limitó a decir otra fuente cercana al jefe de Estado.
En paralelo a todos esos planes Alberto Fernández mira con cierta preocupación la crisis económica, la inflación imparable y los niveles de pobreza que hay en su mismo gobierno. Pero en el fondo cree que todo ello ya es asunto de los planes de Massa para después del balotaje.