La historia de este sanjuanino podría ser concebida como una serendipia. Como un descubrimiento o un hallazgo afortunado, valioso e inesperado que se produce de manera accidental, casual o por destino, o cuando se está buscando una cosa distinta.
Porque ¿Quién no soñó alguna vez con encontrase una buena cantidad de dinero? De imaginar… ¿Qué gasto haría? o ¿Qué sería lo primero que iría a comprar sin ningún remordimiento de estar haciendo un hueco en la economía personal? A un joven sanjuanino de 28 años le sucedió esto de una manera inesperada. Se trata de Darío Molina, un médico que viajó a España con el sueño de rendir el examen para poder ser residente en dicho país.
La historia tiene varios detalles y hay que estar atentos para no caer en una mala interpretación de los hechos, que se detallan a con la voz del mismo protagonista. “Yo estaba en Barcelona haciendo un curso para ingresar a la residencia médica allá en España, entonces todos los días me iba caminando hasta mi casa que estaba ubicada en el barrio Gracia, ese día en particular me fui con una compañera que había conocido hace muy poco, teníamos como 40 minutos caminando y arrancamos sin tomar un rumbo determinado, aparte porque en Barcelona ese día yo quería caminar porque la gente tiraba muebles como es habitual ciertos días en España. De todo tipo. Y como yo estaba hace relativamente poco me iba fijando las cosas que tiraban porque hay muchas cosas que están buenisimas. Cuestión que como a los 15 minutos de caminata, vi una mochila pero pensé que era de un cuidacoche, pero en Barcelona no hay cuidacoches, entonces no le di mucha importancia. Pero al rato le pregunte a la chica que iba alado mío si eso era normal, y ella me dijo que no” dijo Molina sobre la primera impresión de algo que cambio su vida para siempre.
En ese momento volvieron en busca de la extraña mochila “estaba muy pesada. Era una mochila muy linda, empezamos a buscar si tenía algún tipo de identificación pero no había nada, lo que si tenía eran un montón de objetos medios aleatorios. Habían zapatillas viejas, varios libros de autoayuda en ingles, pero lo primero que nos hizo dar cuenta de que esa mochila tenía valor es que encontramos una bolsa de tela llena de monedas. Y allá las monedas tienen valor, no son como las de acá, habían monedas de un euro, de dos y entonces en ese momento fue como que me asuste, la cuestión es que habremos estado unos minutos ahí y como no aparecía nadie a reclamar seguimos caminando. Al mismo tiempo íbamos sacando diferentes objetos que había en la mochila, pero nunca encontramos algo que nos pudiera indicar de quien era.”
Esos objetos iban desde “un cigarro electrónico, un cargador, una afeitadora, un celular roto, pequeños regalitos como suvenires, una receta de una crema de hemorroides hecha por un médico en Italia pero que no tenía el nombre del paciente, y el ticket de un código de un Mustang, todo nos hacían pensar que era una persona que había estado viajando. Pero nunca supimos todo lo que tenía la mochila hasta que llegamos a una de nuestras casas. Ahí revisamos todo y todo cambió” sostuvo Molina.
Agregando que “las sensaciones que tuvimos cuando caminábamos eran de puro nerviosísimo, yo recién llegaba al país no sabía cómo se manejaban ese tipo de cosas y cuando menos lo esperaba me aparece esta mochila misteriosa, por eso la verdad es que andaba un poco asustado, después me tranquilice, lo que si fue raro es que en un momento mi compañera agarra una funda, y adentro tenía un rollo de plata, eran billetes que yo nunca había visto, yo los euros que conocía eran hasta el de 50 pero había de 100 y de 200, cuestión que empezamos a sumar el dinero que había y contamos 5 mil euros”.
Este extraño episodio ocurrió durante el mes de junio del año pasado, “en aquel momento ese dinero eran casi 400.000 mil pesos argentinos, por eso nos dio bastante miedo, empezamos a tener teorías sobre si eso era de la mafia, allá es muy raro que alguien este con billetes de 200 euros, y siempre joden con que los únicos que tienen billetes de ese valor son los rusos que van de joda y se gastan toda la plata o los ingleses que también tienen mucho dinero” aportó Molina al respecto.
Lo que parecía ser una noche normal había cambiado para siempre. Y lo que muchos se preguntan sobre ¿Qué harías si te encontras una gran cantidad de plata? En el caso de estas dos personas fue bastante simple. “Intentamos calmarnos, porque no sabíamos si esos billetes eran reales, y tampoco sabíamos cómo se manejan esas cuestiones legalmente. Pero lo que hicimos en ese momento fue ir a un bar a pensar que íbamos a hacer con la plata. Imagínate yo me encontré 5 mil euros con una chica que apenas conocía. No había un solo dato del dueño y la policía no iba a poder hacer nada, así que no hicimos nada con eso, pero al otro día tratamos de verificar si esos billetes eran verdaderos, fuimos al banco a cambiar uno y ahí descubrimos que si eran verdaderos”.
En cuanto a los datos que podría haber aportado algo sobre el dueño, el médico signado por la suerte dijo que “en la mochila habían cosas que no tenían ningún valor, y otras que eran muy caras. Había una bolsa de unos zapatos franceses, unos lentes ingleses muy caros, pero también estampitas de vírgenes, un cuarzo blanco de esos que se compran en santerías y otros amuletos. Era muy raro, yo creo que el dueño de esa mochila más que tirarla la entregó por la forma en que estaba puesta. Para mí por el contenido de los libros que eran de metafísica, de autoayuda, de desligarse de todo lo material, pienso que era un ingles” dijo haciendo referencia al idioma en que estaban impresos los libros.
El tema de la procedencia del dinero estuvo presente en la vida de los viajeros varios días después del misterioso hallazgo y las teorías fueron tomando un carácter más analítico que merecen un párrafo aparte. Según Molina “el dueño era un ingles, porque además del contenido de los libros que estaban en ingles, a Barcelona suelen ir muchos ingleses de viaje a pegarse unas fiestas terribles. Ellos ganan más dinero que el promedio de los españoles y son los típicos que van a los bares y terminan borrachos, así tipo hooligans” afirmó.
El tiempo fue pasando y como nadie manifestó haber perdido una mochila con semejante suma de dinero, los afortunados decidieron gastarlo. En el caso del joven sanjuanino fue destinada para el pago del costoso curso que estaba realizando. En cuanto a la muchacha que lo acompañaba, poco se conoce, pero según su amigo lo habría guardado como un ahorro para el futuro.