El año pasado cayó preso por una estafa y aparentemente no escarmentó. En estos últimos meses, el chimbero volvió a sus andanzas, supuestamente, realizando compras vía telefónica de celulares y líneas a nombre de otras personas. La maniobra delictiva le salió bien en al menos dos ocasiones, pero tarde o temprano lo descubrieron y de nuevo terminó detenido.
El supuesto embaucador es Marcelo Luis Laperna, de 50 años, revelaron fuentes de la Policía. Los policías de la sección Defraudaciones y Estafas, dependiente de la Dirección de Investigaciones D-5, allanaron este miércoles su domicilio de calle El Arriero en Bº Los Pinos, en Chimbas, y lo detuvieron. Ahí secuestraron 7 celulares –algunos viejos-, 7 chips telefónicos y 12 cajas de otros móviles, algunas de las cuales pertenecerían a los aparatos que compró en los últimos meses y que posiblemente vendió, señalaron. Esta persona es la misma que el año pasado estuvo detenida y vinculada a otras presuntas estafas mediante compras telefónicas, explicaron.
Esta última causa se inició en agosto pasado en el Primer Juzgado de Instrucción a raíz de las denuncias de dos personas, quienes se dieron con la sorpresa de que sus facturas del servicio de telefonía móvil les llegaron con monto muy superior al que pagaban mensualmente. Realizaron los reclamos y les dijeron que los registros señalaban que ellos habían adquirido aparatos nuevos, con servicio de línea, cuyo pago financiado en cuotas se incluyó en sus respectivas cuentas. A uno le figuraba la compra de 4 celulares y al otro, 2 aparatos.
Los investigadores de Estafa y Defraudaciones determinaron que las compras se habían hecho entre junio y julio desde otros teléfonos, no de las líneas de los titulares, y llamando al 0800 de las compañías. En dichas maniobras, el estafador se hizo pasar por los ahora damnificados: contaban con sus datos personales como los nombres completos, número de DNI, fecha de nacimiento y hasta el número de su línea de celular. Con esa información consiguió que le vendieran los aparatos y que las cuotas a pagar se las agregaran a la cuenta del titular, en este caso el de las víctimas. El embaucador también pedía que los enviaran al domicilio del titular para darle más credibilidad a la compra, pero antes que pasaran las 24 horas llamaba de nuevo a las compañías y solicitaba cambiar el destino. Y ahí les pedía que se lo mandaran a su casa en barrio Los Pinos, dijeron los investigadores. Ese fue su error. Tras las denuncias, para los investigadores de Estafa no les fue difícil localizar en función de que la otra dirección había quedado registrada, agregaron. Así fue que llegaron a él, lo detuvieron y ahora enfrenta dos denuncias. Sin embargo, creen que hay más damnificados por este tipo de estafas mediante compras vía telefónicas.