lo largo del año, en la cartelera nacional se estrenaron producciones como “El cuento de las comadrejas”, “La misma sangre”, “4X4” o “La odisea de los giles”. Sin embargo, solo la última llegó al millón de espectadores.
Este panorama no es casual: responde a una profunda crisis que atraviesa el cine argentino, que denota un abandono de políticas del Estado para la promoción y competencia frente a los “tanques”, es decir, con otras producciones internacionales y comerciales.
Por esa razón, ayer por la tarde la Comunidad Audiovisual Argentina y diferentes agrupaciones de la industria cinematográfica se unieron para realizar una movilización en las puertas del cine Gaumont, en defensa de las producciones nacionales.
Para comprender más detalles de las razones que impulsan la marcha y cuál es el panorama actual que tienen que enfrentar, Filo.News habló con Alejandro Rath, integrante del Colectivo de Cineastas.
De las 900 pantallas que existen en Argentina, en su mayoría están lideradas por estrenos comerciales. Tal es así que, entre las más taquilleras, se encuentran “El rey león”, con 3.494.122 espectadores, “Toy Story 4”, con 6.615.228, y la más reciente “Había una vez…en Hollywood”, con 273.098 espectadores.
Según explica Rath, el proceso de exhibición y distribución atraviesa un proceso de “concentración en distribuidoras extranjeras y en salas comerciales multipantallas”, lo cual generó que, en algunos casos, las películas de Hollywood ocuparan más del 85% de las salas del país. Una de ellas fue “Avengers: Endgame”, la cual fue estrenada en 709 salas y que vendió 1.625.000 entradas el primer fin de semana.
“Creemos que debería haber políticas activas por parte del estado para regular la exhibición y distribución, invertir con fuerza en la difusión del cine nacional y utilizar para esto también el sistema público de medios”, explica en referencia a los “tanques” y advierte: “Si este plan persiste los espectadores van a tener acceso a cada vez menos diversidad y el cine va a quedar reducido a un consumo de nicho de los que pueden pagar las costosas entradas”
Frente a esto, desde el Colectivo reafirman: “Creemos que el cine es un buen cultural y que el estado debe garantizar el acceso al mismo teniendo una política de apertura de salas en los barrios a precios populares y tomando medidas de control y cuota de pantalla para el cine nacional del 30% en las salas comerciales”.
Justamente, respecto a la opresión del Estado en el cine argentino, días atrás se canceló el estreno de la película “Escuela Bomba”, que retrataba el conflicto docente sobre la explosión de gas en la escuela 49 de Moreno.
“Es un hecho muy grave e inédito que se suspenda de esta manera el estreno de una película que ya estaba confirmado. Evidentemente este gobierno no quiere que se vea este material que denuncia su política de desinversión y ataque a la escuela pública”, opina.
Aun así, la película se proyectó en la puerta del cine Gaumont, frente a la mirada de decenas de espectadores. “El cierre de cualquier espacio que tenga una programación diversa es un golpe al cine independiente. No sólo porque es un espacio menos para exhibir nuestras películas sino porque reduce aún más la oferta de cine y la concentra en muy pocos títulos provenientes mayoritariamente de Hollywood”, continúa.
Luego, añade: “Nuestro éxito va a estar dado por poder empalmar con la lucha más general contra ese ajuste. Lo que ocurrió con la reacción ante le censura a Escuela bomba nos marca el camino de cómo tenemos que intervenir para que nuestros reclamos cobren visibilidad y el público los tome en sus manos también”.
Además, en los últimos días se confirmó el cierre del BAMA, uno de los clásicos espacios de cine de Buenos Aires, situado a metros del Obelisco, que funcionó desde finales de los 70 y que era conocido como “El Arte”.
Tras este proceso, el cine independiente es el que se ve más afectado: “Está siendo fuertemente atacado por esta gestión y puede desaparecer. No así el cine nacional comercial. Tenemos esa diferencia con el planteo de la DAC que se expresa sobretodo en un punto de su comunicado que habla de privilegiar la calidad sobre la cantidad. Eso es lo que pretende hacer la gestión del INCAA, menos películas de mayores presupuestos”.
“Nosotros creemos que el cine es un bien cultural, no comercial y que se debe garantizar el acceso al fomento de nuevos realizadores y cineastas independientes y que la cantidad genera calidad”, finaliza.