María Marta Bazán, de 48 años, fue encontrada sin vida el martes en su casa en un barrio exclusivo en el municipio mexicano de Atizapán de Zaragoza. Era argentina. Había nacido en Buenos Aires, luego se había mudado a Mendoza, donde estudió y se recibió de abogada y por último, a México.
Hacía ya tiempo que estaba separada. Se había casado con Ramón Beteta, oriundo de aquel país, tuvo dos hijos, uno de 18 años y otro 15, un varón y una mujer, ambos mexicanos y después se divorció.
Trabajó en el Consulado General de la República Argentina en México hasta el año 2016 y, en la actualidad, como asesora de seguros.
María Marta estaba sola el día que murió. Salió de la casa para acompañar a su hija hasta el transporte que quedaba ahí cerca y cuando volvió pasó esta situación. “Fue un intento de robo que se les escapó de las manos” dice Daniel Rueda, amigo de la víctima.
Los autores del hecho “dejaron el auto de ella cargado con todas las cosas de la casa pero no han podido salir del barrio por eso no se robaron nada” agrega el amigo cercano a la familia.
Nosotros nos enteramos por las amigas de ella que tienen un grupo de Whatsapp con María Marta. Ella siempre estaba muy activa en las conversaciones pero ese día no contestaba. Así que empezamos a averiguar, a preguntar a otros compañeros si sabían algo de ella y después nos enteramos de lo peor, de esta desgracia“, dice Daniel.
Una de las hipótesis que manejan los investigadores es que Marta tardó menos de lo esperado en volver, los vio que estaban robando y la mataron. “Ella murió asfixiada”, confirma.
“Lo que sí puedo confirmar es que la empleada confesó y están identificados esas dos personas (el primo y la pareja de la empleada doméstica). Ahora hay que esperar a que los encuentren”, aseguró.
“Su mamá ya está en México, viajó para allá a despedir sus restos. Lo cierto es que ella venía muy seguido a Mendoza porque aquí vive no solo su mamá sino también su hija”.