Fue Nicolás, el hijo mayor de Daniela Castro (46) quien intuyó lo peor al notar que nadie respondía al tocar la puerta y, al asomarse por la venta, toparse con el terrible cuadro de ver todo quemado en la habitación donde dormía su mamá. Sobre las 16,30, la Policía tuvo que romper la puerta de esa casa en la calle Primera Junta metros al Este de David Chávez, Pocito, para poder entrar, sin que nada se pudiera hacer porque, al parecer, el fuego había ocurrido durante la madrugada. La sorpresa fue doble cuando además del cuerpo de la mujer tendido en el piso, se toparon con el cadáver de su pequeño nieto Ian Ismael Millán (2 años y 4 meses) sobre la cama. Una revisión más exhaustiva del lugar donde ocurrió todo, el dormitorio de la casa, llevó a los peritos de Criminalística y a los Bomberos a sacar una primera hipótesis: el fuego pudo ser accidental y no iniciado por alguien más, pues los ingresos de la vivienda no habían sido violentados, dijeron fuentes policiales.
Al parecer, todo se inició y concluyó en la madrugada porque el mismo hijo de la mujer que ayer pasó a verla, “la había visto bien” durante la noche del domingo, dijeron fuentes policiales. Los vecinos tampoco notaron nada. La doble muerte fue el segundo episodio que concluyó en tragedia ayer en Pocito: el otro cobró la vida de un niño con capacidades especiales en un accidente de tránsito.