“Tenés que entender la euforia que hay, hermano…volvemos”. Así se disculpaba un hombre que había empujado a otro mientras trataba de que lo dejaran ingresar a la Universidad Nacional de La Matanza, donde Cristina Fernández de Kirchner presentó ayer a la tarde su libro Sinceramente ante unas 140 mil personas. “Olé, olé, olé, olé, olé, olá, si esto no es Matanza, Matanza donde está”, cantaban ya dentro del auditorio los invitados al evento y cuando la senadora y candidata a vicepresidenta del Frente de Todos apareció junto al escritor Marcelo Figueras, toda la sala se paró en las sillas de plástico dispuestas para la ocasión para aplaudirla. “El hambre y el endeudamiento me parecen insoportables e intolerables”, “tenemos que discutir serenamente la estabilización del endeudamiento porque una parte fue para la fuga de capitales y no sería justo pedirles a todos los argentinos que paguen con el mismo esfuerzo” y “no era cierto que la inflación fuese el producto de la emisión monetaria y necesitamos discutir la formación de precios y los márgenes de ganancias” fueron algunos de los títulos que dejó la ex presidenta en su paso por el distrito que Figueras definió como “la Disneylandia del peronismo”.
Cristina Fernández de Kirchner no estuvo sola en La Matanza, distrito que gobierna el peronismo desde 1983. La acompañaron el candidato a gobernador del Frente de Todos, Axel Kicillof, la intendenta Verónica Magario y el diputado nacional y candidato a intendente, Fernando Espinoza. En esta ocasión, por fuera de la política, estuvieron presentes la bailarina de tango Mora Godoy y la actriz Luisa Kuliok. Desde las tres de la tarde, miles de personas esperaban en la playa de estacionamiento de la Universidad Nacional de La Matanza para ver a la senadora a través de la pantalla gigante que puso el municipio y los que quedaron afuera incluso de la playa la escucharon detrás de una valla en la vereda de enfrente de la sede. No todos eran de La Matanza: la pasión que despierta Cristina Fernández de Kirchner logra que muchos de los que la quieren ver aunque sea de lejos se movilicen desde otros puntos de la Ciudad y el conurbano. Cuando llegó, lo primero que hizo la senadora fue responder la pregunta de Figueras acerca de cómo se sentía en La Matanza. Y ahí surgió el recuerdo del ex presidente Néstor Kirchner. “Yo estoy acá y es como si estuviera con él. Néstor amaba La Matanza”, dijo y todos los presentes empezaron a entonar las estrofas militantes que hacen referencia a que el ex presidente sigue vivo. Después, como para recordar que lo que ya se hizo se puede volver a hacer, la candidata a vicepresidenta del FdT mencionó algunas de las primeras medidas que tomó Néstor Kirchner para ir solucionando los problemas de los argentinos a pesar de que había asumido sólo con el 22 por ciento de los votos, entre ellas solucionar el conflicto docente a Entre Ríos, pagarle al Fondo Monetario Internacional y también hacer anuncios concretos para los matanceros, como líneas de créditos para las PyMES y la licitación de un arroyo. Cuando Cristina estaba hablando de la inauguración de una planta embotelladora, en septiembre de 2010, alguno de los presentes le gritó que “Macri fundió Coca Cola”, a propósito de un conato de concurso preventivo de crisis que la empresa presentó en febrero y que terminó produciendo despidos. “Hay que ser horrible para fundir Cola Cola”, dijo la senadora. De todos modos, ayer, la ex presidenta quiso dejar claro que lo que nos está pasando a los argentinos no es sólo “el producto de la impericia de un presidente” y habló de la necesidad de discutir políticas y modelos más que personas pese a la tentación de atribuirle toda la responsabilidad a una sola persona”.
Remarcó el “difícil y complejo” escenario en que el macrismo dejó el país. “Prometieron pobreza cero y se van con emergencia alimentaria”. Y señaló que el próximo gobierno debería “hacer algo para ponerle un punto final al endeudamiento”.
—Que la pague el gato–le gritaron desde el público
–-El sólo no va a poder–respondió ella, entre las risas de la audiencia.
Cuando reflexionaba sobre “cómo estabilizar la economía en la Argentina”, también le acotaron desde el público: “¡Con Alberto!”. Ella dijo que se trata de una persona “de mucho diálogo, de mucho hablar y conciliar” pero “con él solo no va a alcanzar”.
Respecto del futuro, fue muy clara sobre sus preocupaciones centrales: “me parecen insoportables el hambre y el endeudamiento”, dijo Cristina. Habló de la necesidad de estabilizar el endeudamiento “que no es nuevo, viene desde la época de Rivadavia” y anunció que es una discusión que se va a tener que dar serenamente. Se preguntó si sería justo pedirles a todos los argentinos que paguen con el mismo esfuerzo y fue una pregunta retórica. Siguió hablando de economía y aseguró que con este gobierno quedó demostrado que la emisión monetaria no es la causa de la inflación, que los tarifazos no iban a traer las inversiones prometidas que mejorarían sustancialmente el servicio “pero ahora la diferencia es que no hay una cámara que corra a la señora que no tiene luz o gas” y habló de la rentabilidades “brutales” de las empresas de energía. Finalmente, dijo que la Argentina que se viene es una Argentina compleja, pero que la ventaja es que el actual gobierno dejó demostrado que el rumbo que proponen no es el indicado para resolver los problemas de los argentinos. No faltó la ocasión de que se quejara de la manipulación de algunos medios de comunicación que influyeron en el intento de demonización del kirchnerismo. “Llegaron a escribir que yo obligaba a los empleados a mirar para abajo. Esas cosas terminan construyendo un personaje malvado y calan mucho en un sector de la sociedad”, dijo
También fue irónica respecto de los que pensaban que ella, si no era candidata a presidenta, no iba a ser candidata a nada. Y subrayó su gesto de correrse del centro de la escena para armar una alianza con dirigentes que la habían criticado. Se preguntó: “¿Qué más tenemos que hacer para demostrarles que no somos lo que ellos dijeron que eramos? ¿En serio creían que después de lo que hemos vivido todo se agotaba en que yo quería ser candidata a Presidenta? Qué chiquita serías Cristina si hubieras querido nada más que eso”.
A las 140 mil personas que ayer fueron a verla y oírla de lejos a La Matanza no tiene que demostrarles nada. Y como en cada presentación de Sinceramente, al final salió a saludar a los que siguieron el encuentro desde afuera y le pidió a Kicillof que les dedicara unas palabras. “Feliz primavera. Faltan cinco semanas para que las urnas digan que el país tiene que transformarse en una Argentina con producción, trabajo, salud y educación”, dijo el candidato a gobernador del FdT que venció a María Eugenia Vidal.