“Si fuera por mí, lo hubiera querido pasar para después de las elecciones”, se lamentó este lunes el ministro de Infraestructura local, Julio Ortíz Andino, sobre los vaivenes entre los gobiernos nacionales de Argentina y Chile para juntarse a hablar del túnel de Agua Negra. Casi sin avances este año, cuando se esperaba la licitación de la monumental obra, el panorama aparece cada vez más dramático y ahora reconocen en San Juan que si el proyecto no cobra envión tras el recambio de la presidencia argentina, el financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) corre peligro. Para el peor de los escenarios, San Juan ya busca un plan B, evalúa dos estrategias, pero no las quiere revelar todavía.
En medio de una gran incertidumbre por el retiro del apoyo político al proyecto por parte de las gestiones de Mauricio Macri y Sebastián Piñera, tras décadas de desarrollo del proyecto y cuando se estaba en la fase final para iniciar la construcción se dio un único hecho positivo este año. Fue en agosto, cuando Ortíz fue recibido por los funcionarios del ministro macrista Guillermo Dietrich, y consiguió la promesa de que se iba a convocar la reunión de EBITAN, el ente binacional que maneja el proyecto, a mediados de septiembre. Nunca se dio, por cuestiones de agenda a uno y otro lado de la cordillera y la nueva fecha es mediados de octubre, según afirmó este lunes el ministro uñaquista.
Si bien en San Juan no pierden la esperanza, reconocen un escenario complicadísimo. Ortíz viene diciendo que hasta que no se sienten a negociar con Chile con el nuevo gobierno, que apuestan que sea encabezado por Alberto Fernández, no encontrarán ninguna respuesta positiva para el túnel. Igual, antes de diciembre no desprecian ninguna oportunidad de reforzar el proyecto ubicado en Iglesia, tal cual está, desanimando cualquier intento de relocalización y despejando dudas sobre la factibilidad geológica de la obra, ambos planteos que vienen oyéndose desde la gestión de Piñera, argumentando mayores costos. Hoy también se conoció que Chile propuso hacer la obra de cada Nación por separado, con empresas diferentes a uno y otro lado de la cordillera, lo que no tiene un no rotundo desde el uñaquismo.
Viejos tiempos, en 2017 cuando se hizo la prelicitación del túnel de Agua Negra.
¿En San Juan quieren o no que se dé la reunión de EBITAN antes de diciembre? Ortiz analizó que “necesitamos juntarnos para seguir avanzando, el gobierno nacional de Argentina va a cambiar pero el de Chile no cambia, entonces tenemos que seguir hablando con ellos, lo que pasa es que va a ser distinto ir con una posición dura y fuerte como la que tiene San Juan y no tan acompañada por Nación”.
El ministro opinó que “evidentemente si ellos están planteando cambios es que no quieren hacer la obra porque ellos han participado hace años de los estudios”. Y calificó como “una barbaridad” cambiarle la ubicación al proyecto.
Cambio de rumbo
El Gobierno local sigue sosteniendo que tanto como a San Juan como Coquimbo les sigue interesando y defienden el proyecto pero más arriba son muchas las dudas. “Chile instaló una comisión de especialistas que parecía que quería poner piedras en el camino y nada más pero creo que después de estas elecciones va a cambiar totalmente”.
En el uñaquismo dicen que siguen sin entender por qué Chile cambió tan drásticamente de parecer con el túnel de Agua Negra. “No lo entendemos pero vamos a seguir peleándola”, dijo el ministro.
A Alberto Fernández, si llega a la Presidencia, le pedirán que sea el primer asunto respecto a San Juan en el cual tome cartas. Buscan que el apoyo de Nación sea otro, diferente, al que se ha tenido en esta gestión. “Si gana el candidato peronista la intención de él es apoyar Agua Negra, porque cree mucho en la necesidad de la integración con Chile y sacar proyectos por el Pacifico y en eso el de San Juan es el proyecto más avanzado”, remarcó el ministro.
Temor y Plan B: dos misteriosas opciones
En el Gobierno de San Juan reconocieron este lunes por primera vez que puede peligrar el desembolso millonario del BID. “El BID está desde hace un buen tiempo preocupado porque tiene una gran parte de esos fondos inmovilizados. El financiamiento puede llegar a caerse. Ellos van a esperar este cambio del país nuestro y ver que camine para adelante, si ven que esto no se encamina durante el año que viene, corremos riesgo de que se caiga”.
El 20 de mayo de 2016 el presidente del BID, Luis Alberto Moreno, visitó el lugar donde se quiere abrir el túnel en Iglesia.
Para abrir el paraguas en medio de la tormenta, el Gobierno de San Juan ya está diseñando un plan de salvataje, según dio a entender Ortíz Andino, quien habló de la posibilidad de plantear en el BID un cambio de estrategia en la construcción del proyecto. Lo entienden como “la última carta” a jugar para concretar el túnel.
“Creo que le vamos a encontrar la vuelta. Tenemos en mente un par de propuestas que vamos a hacer desde la provincia si esto se pone muy complicado”, adelantó Ortíz sin querer dar detalles el ministro. Apuntó que “las tenemos muy reservadas para lo último que podamos hacer”.
Sobre esas nuevas estrategias para destrabar la obra, dio algunas pistas. Dijo que no se trata de un cambio en el proyecto, sino en la estrategia de cómo construir y que no se está buscando fondos propios en ningún caso sino el sostenimiento del préstamo del BID. El ministro reconoció que para este “Plan B” que deben conseguir también consenso binacional pero que dan “más seguridad a esta inseguridad que ha planteado Chile en cuanto al costo final del Proyecto o algunos problemas como el estallido de roca o presencia de agua en el macizo”.
En el Gobierno de San Juan estudian si presentar estas propuestas en la tan mentada reunión de EBITAN si se da en octubre, pero es más probable que se esfuercen en contestar el lapidario informe chileno por el que se paró la licitación.
Por lo pronto, el precio del túnel se mantiene igual: son los 1.500 millones de dólares más quietos de la historia de la obra pública sanjuanina.