De un lado y del otro esperaban verse nuevamente. Pero seguramente de ninguna parte pensaron que sería tan pronto. No pasó ni un año de la final histórica en Madrid en diciembre del 2018 que coronó a River como el monarca de América, que otra vez por el máximo torneo de esta parte del mundo tendrán un mano a mano. Un cara a cara con el boleto a la final única en Santiago de Chile el 23 de noviembre como premio. Y el “plus” de haber dejado en el camino al eterno rival. Se trata del superclásico que paralizará al país esta noche, desde las 21.30 (por Fox Sports). Es la ida de una semifinal de esta Libertadores con un Monumental repleto con más de 70 mil fanáticos de la Banda. River y Boca darán una nueva muestra de lo que es el clásico más pasional del planeta.
Los caminos se cruzaron para los colosos del país luego de una Copa donde ambos fueron de menor a mayor. El campeón largó con tres empates que lo obligaron a ganar en el cuarto cruce. De ahí en adelante se vio un andar más aceitado, pese a perder en el camino a diferentes piezas clave por lesiones. Pero el equipo de Marcelo Gallardo hace un buen tiempo que ostenta un aura de imbatibilidad en los cruces a todo o nada, y en esta Copa lo ratificó. Otra sensación que despierta es que es un equipo que en un buen día es muy difícil de doblegar. Se ganó un respeto a nivel internacional y nacional que antes no tenía. Vale como muestra el episodio ante Boca por la Superliga hace un par de semanas, donde el xeneize fue claramente a no perder.
Del otro lado está el Boca de Gustavo Alfaro. Un técnico que no se pone colorado con un planteo como el que hizo por la quinta fecha del torneo doméstico que le sirvió para llegar sin “heridas” a este duelo inicial. Le brindó a su equipo una idea clara: la solidez ante todo. Muy por delante del buen juego. Nada de “jogo bonito” tiene este Boca. Sí, mucho oficio, despliegue y pragmatismo. Por ahora, le alcanzó para llegar a la semis y ser puntero de la Superliga. Pero esta llave marcará a Lechuga y él lo sabe. Sin dudas, habrá un antes y un después. No parece ser lo mismo del lado de Núñez, aunque la alegría o el golpe puede ser muy importante.
Ninguno de los técnicos decidió confirmar los once iniciales en algo que ya es justamente un clásico. Las especulaciones son múltiples pero lo cierto es que en el local un histórico como Leonardo Ponzio no estará por transitar la parte final de la recuperación de una lesión. Tampoco Juan Fernando Quintero autor del segundo tanto en el Santiago Bernabeu que destrabó aquella definición en España.
En Boca, Carlos Tevez parece que verá todo en el comienzo desde el banco de suplentes. En la cancha debería estar como lateral izquierdo el sanjuanino Emmanuel Mas. En la ofensiva, las alternativas son infinitas ya que podrían jugar Ramón Abila, Mauro Zárate, Franso Soldano y hasta Jan Hurtado. De todos ellos, el DT, como mucho, seguramente apostará por un par.
“El fútbol es tan lindo que siempre da una revancha. Uno pensaba que quizá tenían que pasar muchos años para volver a darse un clásico en una instancia de Copa Libertadores, con lo que significa eso. Y ahora se da la oportunidad”, lo resumió hace unas semanas de manera casi perfecta el presidente de Boca, Daniel Angelici. A las 21.30, se terminan las palabras…
El gol de visitante en esta serie de semis vale doble y puede ser un factor decisivo.
Fortuna
6
Los millones de dólares que se adjudicará el club que logre pasar a la gran final de la Copa Libertadores. Al cambio de ayer es algo de 358 millones de pesos argentinos. Una locura realmente.
La lupa en la seguridad
Vuelve el superclásico a la Copa Libertadores después de las vergonzosas imágenes de aquel fatídico 24 de noviembre de 2018. Esta vez no estará el título en juego, pero la semifinal que protagonizarán River y Boca tendrá todas las miradas encima. Y el Gobierno de la Ciudad, luego de la exitosa tarea hace un mes en el encuentro que sostuvieron por la Superliga, vuelve a considerar que está totalmente preparado para garantizar una seguridad absoluta.
A diferencia del operativo que se realizó en noviembre pasado en el que también participaron Policía Federal, Prefectura y Gendarmería, esta vez todo estará a cargo de la Policía de la Ciudad, tal como sucedió el 1 de septiembre en el 0-0 del torneo local. Así, se buscará generar una mejor coordinación y comunicación con una sola cadena de mando para actuar, algo que falló en la final que se mudó a Madrid.
El despliegue de agentes afectados a los controles contempla más de 1.700 efectivos entre la Policía de la Ciudad, cadetes del Instituto Superior de Seguridad Pública para operar el filtro de Tribuna Segura (se exige el DNI para ingresar) y Agentes de Prevención, además de la seguridad privada de la empresa “Tech” que dispone el club.
El traslado del micro de Boca (foto), que contará con el sistema antivandálico obligatorio, será el mismo de hace un mes. Por pedido especial de la Policía, ambos planteles estarán a las 19 en el estadio.
Tanto el ómnibus de los jugadores y cuerpo técnico como el microbus de los dirigentes será escoltado por el Grupo de Acción Motorizada (GAM).
En caso de cualquier tipo de emergencia, la Policía tiene preparadas dos “áreas seguras” para detener el micro y otros dos planes diseñados para llegar al estadio. Además, habrá recaudos especiales en la esquina de Libertador y Quinteros, donde se originó la barbarie del año pasado.
Cortitas del Súper
Mensaje
Marcelo Gallardo (foto) habló en la previa del primer choque ante Boca y lo hizo con un mensaje para los hinchas: “Está viviendo uno de los momentos más lindos de su historia. Se lo nota feliz y se lo nota con un amor incondicional entre el hincha y el equipo. ¿Si el hincha debe creer? Siempre. Siempre hay que creer”.
Un billar
El Twitter de River publicó en las últimas horas varias fotos del escenario, que parece un verdadero billar. Desde hace un tiempo, el club mejoró considerablemente el estado de su campo y hoy ya no es un dolor de cabeza para Marcelo Gallardo, que se quejó en más de una oportunidad. Ahora, disfruta del verde césped.
Hace 28 años
Boca volverá al Monumental para jugar por la Libertadores e intentará sumar un triunfo tras 28 años. La última vez fue en 1991 por la fase de grupos. Un 2-0 para el xeneize con doblete de Batistuta. Luego, en el 2004 y también por semis, el xeneize celebró por penales pero en el tiempo reglamentario cayó 2-1.
Apuestas
Los principales sitios web de apuestas dan a River como el favorito para hoy. Para los apostadores del sitio Bwin, habrá pocos goles durante el partido, de hecho la mayoría cree que sólo habrá un tanto, a favor de River. En promedio de las casas, el Millonario paga 2,05 un triunfo, Boca algo de 3,60 y el empate, 3,20.