Llegó el día. En el comienzo del miércoles se sabrá qué equipo disputará la final única de esta edición de la Copa Libertadores, con sede aún por confirmarse debido a los graves incidentes que suceden en Chile en la actualidad. En este “partido de 180′, por ahora el actual campeón de América manda con un contundente 2-0 en la ida en Núñez. Boca, obligado como nunca antes durante el mandato de Gustavo Alfaro, debe ir a buscar el triunfo por dos o más tantos, sabiendo que un gol de River lo obligará a marcar como mínimo cuatro teniendo en cuenta que el gol de visitante “vale doble’ en esta instancia. Hay otro superclásico esta noche que seguramente se recordará por mucho tiempo. Desde las 21.30 (por Fox Sports) el país y buena parte del planeta futbolero mundial mirará ese mito llamado Bombonera, que tendrá 49 mil fanáticos alentando por lo que algunos consideran una auténtica “proeza’.
A menos de un año de la final en el Santiago Bernabeu, otra vez entre Boca y River hay que definir un ganador en un mano a mano. Acá no está el título como premio mayor pero sí el pasaje a disputar el choque por la gloria en noviembre. Claramente River es favorito por una variedad de ítems. Su diferencia de dos tantos y la forma tan clara en que la obtuvo es un fiel reflejo de su rol preponderante. La experiencia de Marcelo Gallardo y sus dirigidos en instancias clave de este tipo son otro factor determinante a tener muy presente.
¿En qué se puede respaldar Boca para imaginar una remontada en la serie? En la calidad de sus jugadores puede haber un punto, aunque esto contrasta con el anémico volumen de juego generado en los partidos recientes. Seguramente la ilusión de los hinchas xeneizes está más apuntada a la mística que tiene la Bombonera y que dentro de ella “todo es posible’ para el club de sus amores. Claro que hay un partido de 90′ con un sinfin de condicionantes que pueden tirar todo a la banquina en cualquier momento. El local deberá realizar un encuentro rozando la perfección y, a su vez, encontrar en River un cómplice con una “mala actuación’.
A diferencia de otras previas, Gallardo optó ayer por desactivar cualquier enigma sobre la formación inicial y anunció los mismos titulares que el 1 de octubre. De esa forma buscó darles una vez más el espaldarazo justo a sus dirigidos en un partido más que especial.
Del otro lado de la vereda, Alfaro eligió el misterio. Más que preferirlo, no tiene mucha opción en su intensa búsqueda por el mejor equipo posible. El domingo puso una formación en la práctica y ayer paró otra. Arriba son las principales incógnitas: al Zárate-Hurtado del fin de semana, el lunes lo varió por Abila-Tevez. Seguramente hoy recién media hora antes del pitazo inicial del árbitro brasileño Wilton Sampaio develará el rompecabezas. A priori, el sanjuanino Emmanuel Mas, pese a su floja labor en el primer cruce incluyendo el penal que abrió el partido para la Banda, estará como lateral izquierdo.
Con un mega operativo de seguridad que rodeará el partido, Boca y River definen al primer finalista de esta Copa. El último recuerdo de noche por Libertadores en la Bombonera entre ambos hace mucho ruido: el 14 de mayo del 2015 el partido se suspendió tras el descanso debido al “gas pimienta’ que les arrojó Adrián Napolitano, el Panadero desde entonces, a los jugadores de River. Boca fue eliminado y el Millonario siguió su camino que luego lo consagraría. En ese mismo escenario hoy habrá una definición. Ojalá que todo quede en la cancha.
¿Y el Tano?
El volante italiano de Boca, Daniele De Rossi, quien llegó a Boca para conquistar la séptima Libertadores del club, está entre los concentrados para este partido aunque habrá que esperar si Gustavo Alfaro le da espacio en el banco de suplentes. El tano no juega hace un mes por un desgarro en el gemelo.
Imposible
3
Las semifinales que hasta ahora tuvo River en Libertadores con equipos argentinos, siempre quedando eliminado: Estudiantes (1970), Boca (2004) y Lanús (2017), sus verdugos.
Gallardo x 4
“El partido de mi vida deportiva ya lo jugué y fue a fin de año en Madrid. Este es un partido muy importante, un nuevo desafío, no más que eso. Llegamos en un buen momento, es ideal tener un plantel con jerarquía y a todos los delanteros sanos. En Madrid sólo estaba Pratto y tuvo que jugar Julián Alvarez, que tenía 18 años”.
“Siempre está esa adrenalina que uno siente cuando vamos a vivir un partido como éste. Estamos bastantes sólidos porque hemos vivido situaciones como éstas, nosotros de lo malo aprendemos y nos fortalecemos. El futbolista en sí no es de temer pero sí tienen respeto y es el respeto que ha generado este equipo, partido tras partido y año tras año”.
“Tengo cartas en el banco, porque si tengo que hacer alguna modificación tengo las variantes para hacerlo, es un banco fuerte. No me manejo de una forma establecida todo el tiempo, a veces puedo guardar algunas cosas y a veces no tengo la necesidad, estoy convencido y tengo la seguridad de que los jugadores son los que mejor están para responder”.
“El partido se puede presentar de muchas maneras y las tengo en la cabeza, hay que ver porque el rival está obligado a atacar y nosotros sabemos que si hacemos un gol los vamos a complicar, la idea es ir a buscarlo. Ha sido fundamental mantener la base del equipo campeón de América, pudimos mantener la gran base y eso nos permitió sostenernos”.