La noticia de que el actor Gastón Pauls (47) sale con Camila Canicoba Jaimes, una chica de 18 años pasó desapercibida la semana pasada pero ahora se instaló como polémica.
El tema prendió en las redes sociales y desde hace horas millones de personas comentan, señalan y juzgan a esta (dis)pareja con distintos argumentos. Uno de ellos tiene que ver con la perspectiva de género, señalándolo a él como un “pajero” por salir con una chica tan menor. Se habla de abuso de poder y también se habla de pedofilia. Por otro lado, no escatiman los comentarios que indican que coger con personas mayores “es un asco” y arrastran consigo una fuerte corriente de gerontofobia.
Pero todos estos temas y el debate que se desprende ante la gran diferencia de edad entre él y ella, son interesantes más allá de noticia de un nuevo amor en la vida del actor. Para entender cómo leer esta situación, si importa o no importa esa diferecia y si se esconde en este tema algún dejo de violencia de género o abuso de poder, Filo.News habló con la filósofa, escritora y experta en el análisis del amor contemporáneo, Tamara Tenenbaum al respecto.
Un buen ejercicio a realizar para intentar leer si algúna situación es igualitaria o no, es preguntarse qué pasaría si el varón fuera una mujer. En este caso, si ella en vez de 18 tuviera 47 y él 18, ¿se juzgaría igual? ¿Sería lo mismo? No. El género marca y delimita de forma casi trágica cómo seremos juzgades por el entorno. “Supongo que si fuera al revés, no seria un problema. Seguramente los varones dirían que es ella es una vieja ‘ridicula’. La verdad es que estoy en contra de decir que una mujer de 50 que sale con uno de 20 es una vieja ridicula y también si sucede de forma inversa”, explica Tenenbaum.
Uno de los argumentos con el que se critica a esta pareja tiene que ver con que tener relaciones sexuales con alguien mayor, “está mal visto”. La sexualidad de adultos mayores es invisibilizada y el rechazo que el sistema, las redes, los medios y la publicidad le dan a las personas más grandes es total. Al hablar de este tema, comentarios como “qué asco”, abundan en twitter. “Vi mucha gerantofobia, gente hablando de bolas arrugadas que se preguntan quién querría cogerse un tipo de 50 años. ¡Un montón de gente evidentemente! No hay nada malo en desear cuerpos viejos, me parece un delirio el discurso que dice otra cosa”, sostiene la escritora.
Desde que se desató el debate, Camila Canicoba Jaimes no realizó ninguna declaración al respecto y el silencio por parte de la pareja es contundente. Pero ¿tienen que decir algo? ¿Está mal lo que hacen? ¿Cuál es el marco en el que dos personas con tanta diferencia de edad pueden moverse sin ser juzgadez? “Me parece que no hay que ayudar a nadie que no pide ayuda. Ella no es una chica en situación de violencia que hizo una denuncia. Me parece muy fuerte que se diga tanto de una chica que nadie conoce y ni siquiera habló del tema. De hecho, no tiene por qué hablar ni darnos explicaciones de a quién se coge y a quién no. Y él tampoco”, indica Tenenbaum.
El argumento de la pedofilia llega de la mano de algunas cuentas feministas que indican que, si un varón de 50 está con alguien de 18 años, es porque no puede, legalmente, estar con una mujer más joven pero, de poder, re estaría. Vale recordar que la edad de consentimiento sexual en nuestro país es a partir de los 16 años. “Si un tipo de 25 sale con una de 16 no es un pedófilo. La pedofilia es otra cosa”, sintetiza y agrega: “En cualquier caso siempre está bueno preguntarnos y conversar entre todes sobre las virtudes que en general son premiadas en el mercado sexual en las mujeres tienen que ver con la juventud y la belleza y por otro lado las virtudes que correlacionan con la atraccion masculina, lo que se les premia a los varones en el mercado sexual es el dinero y el éxito”.
Twitter, la red en donde este tema explotó, es un semillero de cuentas que cuestionan, corrigen o comentan todo lo que por allí pasa. Este tema no fue la excepción y se llenó de críticas hacia el actor pero también a su pareja. “Ella, mayor de edad, decidió estar con él. Eso es una decisión de vida por parte de ella como infinidad de decisiones que tomamos todes. Veo a mucha gente cuestionando las decisiones de otras personas. Imaginate si cuestionáramos a cada mujer que tiene un hijo, imaginate si le preguntarámos a cada una si lo hace porque tiene ganas o porque está ‘predeterminada’. Eso es violento. ¿Y si salimos a cuestionar a cada mujer que sale con un tipo que gana más que ella? Me parece que es hacer algo que no está bueno”, comenta la filósofa.
Nuestra sociedad aún tiene muy sabidos sus roles de género y el deseo, que atraviesa todas estas cuestiones, sucede. ¿Pero qué es el deseo? ¿Quiénes somos para cuestionar lo que otra persona quiere? ¿Sabemos las mujeres qué deseamos más allá de ser (como nos enseñaron) deseadas por los varones? Para Tenebaum el deseo es una cuestión muy compleja y diversa que no puede analizarse con blancos o negros y que muy lejos está de el deseo bueno o el mal deseo. “Hay una idea de los ‘deseos correctos’. Hay que calentarse con alguien no porque tiene éxito sino por quién es, qué sé yo, ¿cuáles son las buenas y las malas razones? Cada quien se calienta con lo que quiere. Es cierto que todes estamos atravesades políticamente y nuestros deseos también. Yo no hablo de los deseos de otra mujer, no desde un lugar que tiene que ver con la tutela. No me interesa cuestionar las decisiones de otra chica. Ella es mayor, se puede votar puede el resto de las cosas”, sostiene contundente.
Aún así, todas estas cuestiones sirven para tener otro tipo de charlas y reflexiones respecto a la libertad sexual, individual, a los feminismos y los tiempos que corren. Desde el 2015 Argentina vive una deconstrucción feroz e histórica que ubica las fichas del tablero en otras posiciones. Estos cambios de paradigma sirven para entender cómo queremos pararnos desde ahora en más con estas nuevas herramientas que el movimiento de mujeres trae consigo. “Siempre me parece interesante recordar que históricamente, en el último siglo, quizas en el anterior también, la correlación en occidente de ‘juventud’ y ‘ser deseadas’ para las mujeres es muy grande así como lo es ser exitosos y tener dinero para los varones. Las cosas hoy se modifican, pero a mí más que los debates punitivistas o simples lecturas de estas situaciones, me interesa el cambio que tiene que ver con que muchas mujeres que quieren tener éxito, por ejemplo, puedan tener acceso a la industria en la que quieran trabajar sin que un varón les tenga que dar la mano. Que a medida que vamos generando lugar para las diversidades, también se revea un deseo diverso”, sostiene.
Y volvemos de nuevo al deseo. Porque los cambios, si logran modificar inclusive lo que deseamos, hablarán, para Tamara y para esta redactora, de un triunfo. “Es que el deseo es mucho más diverso de lo que la gente piensa. Supuestamente deseamos a las mujeres más jóvenes pero la categoria ‘milf’ (Mother I’d Like to Fuck) es una de las más visitadas en nuestro país. Y eso te habla de que el deseo es más amplio de lo que los medios muestran. Si lo sabrán todas las prostitutas a las que se les piden mil millones de cosas distintas que no están en el mainstream de lo deseado pero suceden todo el tiempo”, explica y cierra: “Me parece que de lo que se trata es de ‘policear’ (ser policía) cada vez menos el deseo ajeno. Lo más importante es conversar, no sobre qué relaciones estan bien o mal sino sobre las cosas que nos importan. Leí también que coger con alguien viejo siendo joven es antinatural. La verdad es que no creo en lo natural o antinatural como paradigma de lo bueno y lo malo”.