Juan Emanuel “Nano” Pastén (34) enfila hacia una tercera condena, la más grave de su historial: en 2005 lo habían condenado a 8 meses de prisión efectiva por hurto simple y en 2012 recibió otra de 3 años y 10 meses por narco, pues le hallaron 67 gramos de cocaína y 1,100 kg marihuana. Pero ahora la situación es más complicada porque le atribuyen un homicidio: el domingo sobre el mediodía mató de una patada en la cabeza a un vecino de la Villa El Salvador, Chimbas, sólo porque ese hombre, Ricardo Giménez (59), le dijo “Pastén, no te da”, en tono de broma.
Sin embargo quienes siguen de cerca el caso aseguran que su defensa intentaría alejar la mira de la hipótesis más grave, la de un homicidio simple con castigos de entre 8 y 25 años, hacia un homicidio atenuado que permite la excarcelación.
Ese tipo de crimen sería un preterintencional, que se configura cuando el autor tiene como propósito causar un daño en la salud de la víctima, pero no su muerte.
Según esta teoría, Pastén podría admitir que pateó a Giménez pero sólo con intención de lastimarlo, no de matarlo.
Pastén ya registra dos condenas, una por hurto y otra por tener cocaína y marihuana.
Tratar de desligarse como autor del golpe le será difícil, porque todo pasó delante de un vecino amigo de la víctima y de otros más que individualizaron al sospechoso enseguida.
Y son justamente las pruebas las que complican a Pastén. La autopsia ya reveló que un traumatismo encefalocranenano fue la causa de muerte.
Además, contra la hipótesis de un homicidio preterintencional seguramente se opondrá la contundencia de la diferencia física entre víctima y victimario, pues Pastén es un sujeto que mide 1,90 metros y pesa por lo menos 120 kilos.
“Él estaba consciente de su gran contextura y por lo menos debió representarse que podía matar, más aún si apuntó su patada a una zona tan delicada como la cabeza, más aún en la zona de la nuca”, apuntó un investigador.
Todo pasó sobre las 12 del domingo pasado. A esa hora Giménez y un vecino suyo iban a buscar bebida. Cruzaban la avenida Benavídez hacia el Sur, en el cruce con Catamarca, Capital, cuando vieron al homicida. “Eh, Pastén, no te da”, le dijo Giménez sin ánimo de provocar y cuando quiso abrazarlo Pastén lo tumbó de una cachetada y lo ultimó de una patada en la nuca cuando pretendía levantarse. “Que no me da”, dijo, molesto. Y huyó, pero fue atrapado a las horas por policías de Homicidios. El caso será resuelto por el juez Martín Heredia Zaldo.