Se trata del único jugador en la historia de la magnífica NBA que tiene dos camisetas retiradas (la 8 y la 24) en el techo de un estadio. Ni Michael Jordan, ni Larry Bird, ni Magic Johnson, por citar gigantes en la historia del básquetbol, tuvieron semejante privilegio. Eso fue capaz de generar en sus 20 temporadas con Los Angeles Lakers, franquicia donde debutó con apenas 17 años (sin pasar por la Universidad) y con la que conquistó cinco anillos. Se trata de Kobe Bryant, sin dudas el jugador más “parecido” al para muchos mejor player de la historia, Michael Jordan. A sus 41 años, ayer en su amado Los Ángeles, perdió la vida en un accidente aéreo cuando viajaba en su helicóptero privado y se estrelló contra el piso, en una investigación que aún no arrojaba los motivos. En la tragedia también perdieron la vida otras ocho personas, entre ellas la hija mayor de los cuatro herederos de Bryant, Gianna Maria, de solo 13 años.
El mundo entero se conmocionó por semejante noticia, tan dura como inesperada pues Kobe transitaba su retiro con muchas actividades, y siempre ligado al básquetbol. De hecho, estuvo en el Mundial del 2019 disputado en China y se sentó en la platea para ver un partido de la selección argentina con su amigo y exrival, Manu Ginóbili. “Devastado”, fue lo único que atinó a postear el bahiense en sus redes sociales apenas confirmada la noticia. La admiración era mutua de sus épocas de rivalidad entre Los Angeles y San Antonio: “Es uno de los pocos jugadores por los que pagaría una entrada. Si Manu no hubiera jugado en mi época, tendría ya diez anillos”, lo ponderó más de una vez la Mamba Negra, como lo apodaban el genial alero de los Lakers, actualmente el cuarto máximo goleador en la historia de la NBA.
Hizo de su calidad todo un culto, pero le sumó entrega y una ambición sin límites por ganar. Su ídolo (Jordan) era igual y él siempre contó las miles de veces que observó sus jugadas, sus tiros, sus pases, su defensa voraz. Aprendió mucho y Su Majestad lo ponderó en un video el día que por última vez disputó un partido ante los Charlotte Hornets, equipo del que es propietario Jordan: “Siempre admiré tu juego. Soy un fanático tuyo de siempre”, describió.