La ciudad de Rosario sumó este domingo tres nuevas víctimas fatales a su lista de homicidios luego de que una pareja y su pequeña hija de un año fueran asesinadas a balazos por al menos una persona que les disparó desde un auto cuando estaban circulando en moto.
El hecho ocurrió cerca de las 21:00 en la intersección de las calles Génova y Cabal, en el barrio de Empalme Graneros, y hasta el momento no había detenidos por este violento hecho y tampoco se sabía las razones del ataque.
De acuerdo con lo que precisaron los medios locales, los integrantes de la familia acribillada fueron identificados como Christopher Nahuel Albornoz y Florencia Naomi Corvalan, ambos de 21 años, y su hija Chelsi, que tenía apenas 12 meses de vida.
Los tres estaban viajando en moto cuando fueron atacados desde otro vehículo. Como consecuencia de la balacera, la menor fue herida debajo de la oreja izquierda, en el brazo izquierdo y en el mentón. Un conductor que estaba por la zona la llevó hasta el Hospital de Niños Zona Norte, donde minutos más tarde falleció.
Por su parte, la pareja fue trasladada por un móvil policial al Hospital Alberdi, ubicado a unas 20 cuadras de la esquina donde ocurrió el crimen. La madre de la criatura, que según algunos portales rosarinos tenía al menos ocho orificios de bala en el cuerpo, murió en el lugar.
El otro joven, en tanto, fue derivado al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (HECA) pero, según informó el portal Rosario3, los médicos no pudieron hacer nada para salvarlo y también falleció pasadas las 23:00 por las múltiples heridas de arma de fuego.
La Fiscal de la Unidad de Homicidios Dolosos, Marisol Fabbro realizó un relevamiento en los diferentes nosocomios, así como también en la escena del hecho, para tratar de dar con el o los responsables del asesinato, aunque por el momento no había detenidos.
Durante el ataque los testigos del triple homicidio dijeron haber escuchado algo que parecía una ametralladora. Por esta razón, Fabbro solicitó la intervención de Gabinete Criminalístico para hacer un relevamiento exhaustivo del lugar del hecho y las autoridades pudieron secuestrar 10 vainas calibre 9 milímetros.
Además, la fiscal pidió que se le tome testimonio a cualquier persona que pudiera dar más información sobre lo sucedido y ordenó revisar las cámaras de seguridad de la zona, tanto públicas como privadas, con el objetivo de encontrar más pruebas que puedan dar con la identidad de los agresores o el motivo del ataque.