Aunque no reciba la misma atención mediática, el dengue es un problema verdaderamente serio, y más en los últimos días: ya son alrededor de cuatro mil los infectados por dengue en Argentina.
Según el último boletín epidemiológico, que fue publicado por el Ministerio de Salud de la Nación hace cuatro días, desde agosto de 2019 hasta el día 2 de marzo de este año hubo 1743 casos confirmados. Pero desde entonces viene produciéndose un aumento significativo: solo esta semana, la Ciudad de Buenos Aires reportó 666 casos; Córdoba, 526; Formosa, 510 y Corrientes, 410.
En 2019, el virus había registrado en América Latina el mayor número de casos de toda su historia: 3.139.335. Del total de casos, 2.226.914 correspondieron a Brasil. En total, 1.538 personas murieron.
Tanto en Brasil como en Paraguay, el dengue es una enfermedad endémica y, por lo tanto, es esperable que los brotes que se dan allí terminen por trasladarse a Argentina, donde hay mucho flujo de personas provenientes de esos países.
Sin embargo, de los 666 casos confirmados en CABA, 479 “no tienen nexo epidemiológico con países endémicos”, dijo a Página/12 Pía Machuca, coordinadora de la Comisión de Emergentes y Enfermedades Endémicas de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI).
El último brote importante que hubo en el país fue en 2016, con más de cuarenta mil casos. Si bien aún se está lejos de esa cifra, la curva de crecimiento de los casos confirmados es preocupante, y obliga a reforzar las medidas de recaudo: descacharrar y fumigar, para que el mosquito que funciona como vector no se propague.