Unos 600 trabajadores de Salud Pública de la provincia no pueden desempeñar sus tareas por pertenecer a grupos de riesgo, y es por eso que las autoridades sanitarias provinciales están contratando reemplazantes para no ver afectadas los trabajos ante la eventualidad de un pico de demanda por el coronavirus.
La cantidad fue mensurada en Diario de Cuyo, que cita fuentes oficiales. Corresponde a personas que están embarazadas o que tienen más de 60 años, quienes están exceptuados a acudir a sus lugares de trabajo de acuerdo con las disposiciones provinciales y nacionales. De acuerdo a ese reporte, se trata de 300 enfermeros, 200 médicos y 100 personas de otras áreas, como camilleros.
La búsqueda en Salud Pública es hacia enfermeros y médicos que hasta ahora no estén trabajando para el sector público, sobre las carpetas con currículums que habían recibido y que no habían avanzado.
Las previsiones necesarias ante la amenaza de que se propague el virus en la provincia hacen que se extremen las tanto las medidas edilicias, como la construcción de hospitales de campaña para tener lugar para todos los eventuales infectados, como también la dotación de personal.