Alejandro “El Botija” Castro, el reo condenado a 32 años de cárcel por un asalto y violación, recibió una feroz paliza en un pabellón del penal de Chimbas. Otros internos lo agarraron a golpes de puño, palazos y ladrillazos y lo mandaron al hospital con diversos hematomas y heridas cortantes.
No se conoció qué motivó la agresión, pero algo grave pasó como para que otros reos arremetieran con una violencia inusitada contra Alejandra Gabriel “El Botija” Castro, de 33 años, en el interior del pabellón 16 de Sector I del Servicio Penitenciario Provincial.
Las informaciones policiales señalan que el incidente se produjo pasadas las 14 de este sábado en el interior de ese pabellón. Los penitenciarios debieron intervenir al escuchar el alboroto y auxiliaron al reo, que tenía partida la cabeza y presentaba otras heridas cortantes en una ceja y en el rostro, además diversos golpes. El mismo Castro contó a los guardias que algunos de sus compañeros, al que no identificó, lo tomaron a golpes, incluso le pegaron con palos y ladrillos. Más tarde fue trasladado por los enfermeros y otros guardias al Servicio de Urgencias del Hospital Guillermo Rawson para ser atendido. El caso ahora es investigado en la Seccional 30ma, con intervención del Quinto Juzgado Correccional.
Castro ya tuvo otros problemas en la cárcel, desde 2010 a 2018 protagonizó varios incidentes, de hecho tiene tres causas penales en su contra por lesiones, amenazas y hasta abuso sexual en perjuicio de sus propios compañeros de pabellón.
Alejandro “El Botija” Castro tiene un largo historial delictivo, en marzo de 2010 fue condenado a 32 años de cárcel por el asalto que cometió contra una familia de Santa Lucía la madrugada del 28 de diciembre de 2008. En esa ocasión golpeó ferozmente y acuchilló al hombre de la casa y a su mujer, pero además violó a esta última frente a su nena.
“El Botija” es hermano de Jorge Leonardo “El Cuty” Castro, otro asaltante y violador. Este tiene varias condenas, la última de mayo de 2005. Le dieron 17 años y 6 meses de prisión por golpear y abusar sexualmente de un vecino suyo cuando bebían en una villa de Santa Lucía.