Voy a dar mi vida para que le den perpetua”, gritó entre lágrimas Noelia Quiroga. La mujer se refiere a Sergio Eduardo Arenas, el sujeto de 30 años que atropelló y mató a dos pequeñas de 11 años el último viernes en la localidad de Pocito. Una de las víctimas es su hija Julieta, la otra es una amiga de ella, quien esa noche la acompañó a comprar en intersecciones de calle Mendoza y entre 13 y 14.
La mujer fue una de las cientos de personas que se autoconvocaron en el microcentro pocitano para pedir justicia. En medio del dolor e impotencia, familiares y allegados a las menores exigieron que el conductor “pague por las dos muertes”. Además afirmaron que al momento del accidente el acusado manejaba sin luces.